- El ser humano por su voluble espíritu,
- nunca podrá, oh Señor, en el abismal deterioro de su disoluta naturaleza, asumir el cumplimiento de la Sagrada Palabra.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- para consumar los bíblicos preceptos de forma irreprensible, tus siervos tendrán que negarse a sí mismos, guardando absoluta fidelidad al Evangelio de la gracia.
- Porque vivir en la falacia del pecador,
- nunca nos abrirá la puerta de tu gloria, oh Santo de Israel.
- Vestíos con el lino del eterno resplandor,
- que es el sobrenatural don de la fe.
- Cíñeme, oh Altísimo Señor Jesucristo,
- con tu celestial paz.
- Y mi inexpugnable fortaleza será el gozo del Santo Espíritu,
- para que el blindaje del alma sea consubstancial a su sagrada verdad.
- En las profundidades del desierto,
- es donde percibe nuestra alma una sed inusitada.
- Oh Todopoderoso Salvador, haz que tus ríos de agua viva, den exuberante fertilidad al que en tu santo nombre se hizo converso,
- para que se regocije en la gracia bienaventurada.
- Jesús, dijo: Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.
- Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.
- Oh Soberano Creador, tu genuino discípulo es el que toma su cruz y te sigue;
- porque únicamente en santidad, hollará, oh Rey de la gloria, tus eternas huellas.
- Paz de Cristo
sábado, 8 de mayo de 2021
¿QUIÉN ES TU GENUINO DISCÍPULO, OH CRISTO?
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