- Oh Cristo, de la ignorancia de nuestros ancestros,
- hemos heredado una inicua rebeldía.
- Oh Rey de reyes, en tu nombre somos siervos;
- pero inopinadamente, nos asaltan perniciosos pensamientos de ignominia.
- Oh Cristo Jesús,
- fortaleza inexpugnable es nuestro espíritu, ante un persistente y demoníaco revanchismo.
- Y es que, en el bíblico conocimiento de la eterna plenitud;
- nuestra alma por la Palabra ha sido adoctrinada, para anular toda asechanza del maligno.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú has sido levantado,
- para el que posa los ojos en tu incomparable piedad, con amor,
- sea de tu gloria bienaventurado.
- Oh Santo de Israel,
- derramaste, en la cruz del Calvario, hasta la última gota de tu preciosa sangre, para dar cumplimiento al nuevo pacto de la gracia.
- Y, oh Señor, la redención de toda la humanidad la consumaste por fe,
- para librar de la gran tribulación, a los que Tú habrías de añadir a tu amada Iglesia.
- Oh Cordero inmolado,
- los clavos que traspasaron tus manos y tus pies,
- nos recuerdan que el que no haya crecido en tu santo nombre, ya ha sido condenado.
- ¿Has entendido el eterno significado, que es creer en el Señor de la mies?
- Paz de Cristo
lunes, 31 de mayo de 2021
EL LETAL OBSCURANTISMO, DESHAZLO EN CRISTO
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