NO ES EN MI TIEMPO, SINO EN TU TIEMPO, OH CRISTO

• Oh Cristo, todo lo que ha de acontecer en el tiempo del ser humano, Tú ya lo conoces.
• Y obedecerá todo nuestro devenir, a la oración que elevemos en tu santo nombre. 
• Orarás sin cesar, desde que te levantes, hasta que te acuestes;
• porque así, tu sueño en Él, será verad para siempre.
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• Oh Cristo Jesús, 
• tus misericordias nos guardan cada segundo de nuestra vida.
• Y por tu inaccesible luz, 
• somos bendecidos cada día. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• en tu gracia suplimos toda necesidad. 
• Y acrisolados en tu amor,
• hemos proscrito, oh Rey de reyes, la perniciosa vanidad. 
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• Jesús, dijo: Sed santos, porque yo soy santo.
• Para tus verdaderos siervos, oh Alfa y Omega, este mandato no es una opción.
• En nuestra humillación, habremos de menguar tanto,
• que el primoroso fruto del alma, indefectiblemente será el perdón.
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• Jesús, enseña: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
• Oh Fiel y Verdadero, Tú eres el principio y el fin;
• y ya no andamos por vista, sino por fe.
•                  Paz de Cristo