- Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quiénes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestra rebeliones fue repudiada vuestra madre.
- ¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay poder en mí para librar? He aquí con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desiertos; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed.
- Oh mi Cristo, nos has dado tus prodigios y señales inmerecidamente;
- y en todo caso, de tu santo nombre hemos hecho desdén, por nuestra infame desfachated.
- La Biblia dice: Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta.
- Jehová el Señor me dio lengua de sabios, par saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
- Oh Alfa y Omega,
- en tu inconmovible poder estamos confiados.
- La Biblia enseña: Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.
- Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.
- Oh Hijo del Hombre, con el limite puesto en tu crucifixión del Calvario, ¿a qué siervo probarás?;
- porque por la angostísima senda, no encontrarás a muchos.
- La Biblia constata: Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
- Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.
- Oh Sumo Hacedor, sé qué has escrito mi nombre en el libro de la vida, para ser de tu amada Iglesia un siervo bienaventurado;
- no me desampares, oh Señor, para ser de tu paraíso al fin.
- La Biblia enfatiza: He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.
- ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
- He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, no existe gozo mayor que sentir tu presencia;
- y es que, los que fuimos antes de la fundación del mundo por tu excelsa diestra escogidos,
- nunca renunciaremos a ser tus siervos aprobados.
- Paz de Cristo
lunes, 27 de junio de 2022
ISAÍAS 50:1,2 EN CRISTO
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