TU HEREDAD ES PARA LOS SANTOS, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• testificar de tu sagrada heredad, es para tus santos el mayor privilegio. 
• Y por la gracia recibida del Santo Espíritu, 
• predicaremos hasta lo último de la tierra el glorioso Evangelio.
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• Oh Sumo Hacedor,
• nada se opondrá a tus sobrenaturales designios. 
• Y subyugados por tu amor,
• de los cielos derramarás tus misteriosos prodigios. 
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• Oh Alto y Sublime,
• escogiste a tu amada Iglesia antes de la fundación del mundo.
• Y es su áureo linaje de tan fragante perfume, 
• que siempre rechazará lo inicuo e inmundo.
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• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público nos diste el meridiano ejemplo de la perfecta santidad.
• Tú eres el autor y consumador de la fe, 
• y nos has concernido inequívocamente de la santísima verdad. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú resististe al diablo en el desierto.
• Y es en la manifiesta gloria donde me has revelado tu majestuoso  nombre, 
• para que desde la eternidad y hasta eternidad sea tu genuino siervo.
•                      Paz de Cristo