- Oh mi Cristo,
- siempre lo lamentaré, sino obedeciere tu grandioso llamado.
- Y es que, el que guardaré el Sagrado Escrito,
- por tu gracia, oh Rey de la gloria, será bienaventurado.
- Oh Sumo Redentor,
- en el bíblico misterio de la piedad, das cumplida cuenta de tu muerte, sepultura y resurrección.
- Y te damos fervientes gracias, por ser tu excelso amor,
- el que redimió y justificó nuestro pecado, para poder traspasar el umbral de la salvación.
- Oh Santo de Israel,
- Tú dijiste: Si destruyereis este templo, en tres días lo reconstruiré.
- Y después de tu obra perfecta en la cruz del Calvario; ningún impedimento tuviste, oh Cristo Jesús, por ser el autor y consumador de la fe;
- y al tercer día, después de sepultado en un sepulcro nuevo, fuiste el primogénito de los muertos resucitado; para que mi alma por gracia se salvare en el día postrero, cuando sin tiempo permaneció postrada a tus santísimos pies.
- Oh Alfa y Omega,
- tus auténticos siervos perseveraron en oración;
- mientras que el inmundo se sumía de forma necia,
- en el abismo de la condenación.
- Oh gran Yo Soy,
- el verdadero arrepentimiento del ladrón crucificado,
- fue para salvar su alma, oh Señor, el paraíso del eterno hoy;
- verbigracia de la sobrenatural victoria, del que en el último momento de su vida se vio glorificado.
- Paz de Cristo
viernes, 24 de junio de 2022
TU SOBRENATURAL VICTORIA ES EN CRISTO
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