TU FINGIMIENTO NO ES DE CONDENACIÓN, SINO ANTE CRISTO

• La Biblia dice: El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
• Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
• Oh mi Cristo, el principio de la sabiduría siempre será el temor de tu siervo;
• porque rendido está a tus bíblicos preceptos. 
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• La Biblia enseña: En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
• Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
• Oh Alto y Sublime, el fingimiento en tu majestuoso nombre, es del creyente abominable letalidad.
• Y es que, en todas las pruebas, a los pies del Señor gozosos os gloriaréis.
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• La Biblia incide: Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
• Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 
• Oh Hijo del Hombre, solo los que hacen tu Sagrada Palabra se gozarán,
• y recibirán de gracia la eterna bendición. 
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• La Biblia enfatiza: No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 
• Si es posible, en cuanto dependa se vosotros, estad en paz con todos los hombres. 
• No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 
• Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
• No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• que emane de nuestros corazones, 
• el glorioso amor;
• y sea su ilimitada pureza, 
• derramada perpetuamente por la gloria celestial.  
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• Oh Soberano Señor
•  y Salvador Jesucristo,
• Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
•  Y el siervo que está concernido en la verdad del Santo Espíritu, 
• del eterno paraíso será su existir.
•                  Paz de Cristo