- Oh mi Cristo,
- el principio de la libertad es tener obediencia a tu Sagrada Palabra.
- Y no existe verdad, que no venga del Santo Espíritu;
- porque en Él vive la gloria excelsa.
- Oh Cristo Redentor,
- en tu sacrificio de cruz, nos ofrendaste la libertad de excelencia.
- Y en tu inmolacion, oh Rey de la gloria, hubo tal candor,
- que nuestro corazón contrito y humillado, adoró para siempre con inconmensurable fervor tu presencia.
- Oh Cristo Altísimo,
- elevamos nuestras plegarias al trono de tu gracia, para que se manifieste tu gloria en cada una de las peticiones.
- Y es en el Lugar Santísimo,
- donde son derramadas tus celestiales bendiciones.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú les dijiste: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
- Y no otra, sino tu inmarcesible luz,
- es para los que pueden ver, lo que solo por el Espíritu se ve.
- Oh Cordero Inmolado,
- tu gozo es nuestra fortaleza.
- Y el que crea en tu majestuoso nombre, será bienaventurado;
- porque ha creido en que Tú, oh Dios, manifestado en carne, consumaste en la cruz del Calvario la obra perfecta.
- Oh Hijo del Hombre,
- en tu venida a la tierra,
- a los que estamos necesitados de piadosa misericordia, nos has revelado el nombre que es sobre todo nombre;
- porque para el que cree, oh Señor, la única y preciada libertad está en tu gloriosa diestra.
- Paz de Cristo
domingo, 26 de junio de 2022
TU LIBERTAD ESTÁ EN CRISTO
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