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jueves, 23 de junio de 2022

JOB 13:13-16 EN CRISTO

  • Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.
  • ¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y tomaré mi vida en mi mano?
  • He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante defenderé delante de él mis caminos, y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío. 
  • Oh mi Cristo, el que verdaderamente te amare,
  • se dispondrá, sin merna, a predicar tu santo Evangelio;
  • porque mi corazón rendido está a tus pies, Dios mío. 

  • La Biblia dice: Oid con atención mi razonamiento, y mi declaración entre en vuestro oídos.
  • He aquí ahora, si yo expusiera mi causa, sé que seré justificado.
  • ¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara moriría.
  • Oh Rey de reyes, a tu excelsa diestra estamos asidos,
  • para seguir en la sagrada senda del bienaventurado;
  • por ser en el Señor, el que siempre se gloría.

  • La Biblia incide: A lo menos dos cosas no hagas conmigo; entonces no me esconderé de tu rostro: Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror.
  • Llama luego, y yo responderé; o yo hablaré, y respóndeme tú. 
  • ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado. 
  • Oh Fiel y Verdadero, contumaz error, 
  • es el que en su obscuridad no deja pasar la luz;
  • contendiendo con el Señor de señores, que le ha prosperado. 

  • La Biblia cuestiona: ¿Por  qué escondes tu rostro y me cuentas por tu enemigo?
  • ¿A la hoja arrebatada has de quebrantar, y a una paja seca has de perseguir?
  • ¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud?
  • Oh Señor Altísimo,
  • Tú conoces mi largo o corto devenir;
  • pero siento en mi ser la asoladora senectud.

  • La Biblia constata: Pones además mis pies en el cepo, y observas todos mis caminos, trazando un límite para las plantas de mis pies.
  • Y mi cuerpo se va gastando como de carcoma, como vestido que roe la polilla. 
  • Oh Santo de Israel, 
  • el que en tu glorioso nombre creyere, con sumo gozo aceptará la mayor prueba y genuflexa estará su rodilla.
  •                      Paz de Cristo 

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