- ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
- ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
- Oh mi Cristo, no hay salvación, sino para tus siervos consagrados;
- porque de gracia sus nombres están cincelados celestialmente.
- Oh Soberano Redentor,
- tu muerte, y muerte de cruz en el Calvario, redimió de sus pecados a toda la hunanidad; hecha de una misma sangre.
- Tú pusiste tu vida y la volviste a tomar, oh Altísimo Señor,
- para el que creyera en tu majestuoso nombre, fuera de gloriosa resurrección por su santo linaje.
- Oh Sumo Alfarero,
- entre tanto vaso roto,
- a alguno has moldeado para transformarlo en un vaso nuevo;
- porque persistentemente a buscado tu rostro.
- Oh Cristo Jesús,
- con quebrantamiento de espíritu nos rendimos ante tu presencia.
- Y con la bendición de celestial plenitud,
- nos loamos, oh Rey de la gloria, en tu gloriosa excelencia.
- Oh Alfa y Omega,
- tu poder nos da gracia frente a la asechanaza del diablo.
- Y será de salvación nuestra alma,
- cuando se muestre incorruptible frente a todo pecado.
- Paz de Cristo
jueves, 9 de junio de 2022
SANTIAGO 4:4,5 EN CRISTO
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