- Oh mi Cristo,
- los silencios que unen tus inefables palabras son de una belleza inusitada.
- Y ante tan grandiosa solemnidad, será inequívocamente por el Santo Espíritu,
- tu arbitraria alusión desaprobada.
- Oh Hijo del Hombre,
- saber que la chusma farisaica te condenó a morir en la cruz,
- es el máximo estrambote;
- cuando del universo, trataron de eliminar al Creador que habita la eterna luz.
- Oh Sumo Hacedor,
- ¿cómo se diseña con perfección extrema la luz inaccesible que da visibilidad a tu gloriosa creación?
- Esta percepción imposible para el ser humano, le lleva a adulterar lo bellamente creado en su en derredor,
- con una impostura de difícil perdón.
- Oh Sumo Redentor,
- en tres días reconstruiste tu templo destruido.
- Esto nos muestra que no hay nada imposible para ti, oh Altísimo Señor.
- Porque habrá tierra nueva y cielo nuevo, para levantar la nueva Jerusalén del eterno paraíso.
- Oh Alfa y Omega,
- no conocemos la sobrenatural transformación de tener un cuerpo glorificado.
- Y no habremos de ahondar en la ignorancia de los fatuos, para no ser arrebatados con tu amada Iglesia;
- y darnos la verdadera medida, del que fuere bienaventurado.
- Paz de Cristo
martes, 7 de junio de 2022
LA PREDICACIÓN, SUBLIME GOZO EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario