- Oh mi Cristo,
- no existirá una angosta senda más extrema, que tu execrable muerte en la cruz del Calvario.
- Y es en el Sagrado Escrito,
- donde se nos revela el Cristocéntrico santuario.
- Oh Cordero inmolado,
- no hubo limites en tu muerte, y muerte de cruz.
- Derramaste tu preciosa sangre en el nuevo pacto de la gracia, para que el disoluto ser humano fuere piadosamente coronado,
- con tu sobrenatural e inaccesible luz.
- Oh Hijo del Hombre,
- la reconciliación con el Padre (Dios en la Divinidad);
- por amor de su nombre,
- la hizo el Hijo (Dios en la humanidad).
- Oh Santo de Israel,
- tu ministerio público tuvo la gloriosa misión de culminar la mas perfecta obra en el madero.
- Y por ser Tú, oh Señor, el autor y consumador de la fe;
- redimiste a todos los pecadores, para que el que creyere en tu majestuoso nombre fuere de salvación en el día postrero.
- Oh Soberano Redentor,
- no existe sed espiritual que Tú no puedas saciar.
- Pero es ineludible revestirse del vínculo perfecto del amor,
- para en el gran Yo Soy poderse glorificar.
- Paz de Cristo
miércoles, 15 de junio de 2022
LA SENDA ANGOSTA, TRANSCENDENTE PRUEBA EN CRISTO
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