- Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
- Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
- Oh mi Cristo, tu senda sagrada cumple un inconmovible y santo propósito,
- para los genuinos siervos que hemos creído en tu majestuoso nombre.
- La Biblia dice: Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
- Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
- Y es que, en el Sagrado Escrito,
- únicamente habla el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- La Biblia enseña: Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
- Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
- Oh Fiel y Verdadero, Tú eres el Alto y Sublime que habita la eternidad;
- sanando con las buenas nuevas de salvación eterna, a los que en adoración a tu glorioso nombre son siervos consagrados.
- La Biblia constata: Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
- Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
- Oh Santo de Israel,
- Tú has raído de nuestra alma lo carnal; para ser heraldos del Evangelio de la gracia con tu bendita presencia.
- La Biblia asevera: Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
- Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
- Oh Sumo Hacedor, confiamos en tu misericordia, para ser discípulos aprobados;
- e incorruptibles en la eternidad gloriosa, con el Santo siempre moraréis.
- Paz de Cristo
domingo, 5 de junio de 2022
ROMANOS 8:1,2 EN CRISTO
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