- Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste.
- Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
- Oh mi Cristo, de la sepultura al tercer día me resucitaste,
- porque mo habías dado por hecho mi terrenal fin.
- La Biblia enseña: Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; mas aún veré tu santo templo.
- Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el abismo; el alga se enredó en mí cabeza.
- Oh Fiel y Verdadero,
- bucar tu rostro, me colmó de gozo en la intimidante tristeza.
- La Biblia dice: Descendió a los cimientos de los montes; la tierra echo sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
- Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.
- Oh Santo de Israel, solo en tu majestuoso nombre confío;
- porque no hay siglos que se cuenten en tu reino.
- La Biblia incide: Los que siguen vanidades ilusorias, sus misericordias abandonan.
- Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.
- Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.
- Oh Hijo del Hombre, ante tus señales y prodigios, la sabiduría de lo alto, nuestras juiciosas almas no desdoran;
- porque cada una abogará,
- por ahondar en el conocimiento de tu excelsa diestra.
- Oh Alfa y Omega,
- no nos aflorará lo eterno,
- sino al inquirir en tu Sagrada Palabra;
- ¿por qué habrá otra manera de abrir la puerta del cielo?
- Paz de Cristo
miércoles, 29 de junio de 2022
JONÁS 2:1-3 EN CRISTO
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