LA TIBIEZA, SÍNTOMA DEL QUE NO TIENE FE EN CRISTO

• Jesús, dijo: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 
• Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 
• Oh Santo de Israel, de sagrado linaje es tu huella santa;
• y conocerás el poder sobrenatural del Todopoderoso Señor Jesucristo, si tu fe en Él es siempre desmedida. 
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• Jesús, constata: Y a mí, porque digo la verdad no me creéis. 
• ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
• El que es de Dios, la palabra de Dios oye; por eso no la oís vosotros, porque no sois de Dios. 
• Oh Hijo del Hombre, las hordas sépticas ninguna señal del cielo percibiréis;
• y en lodo inmundo os transformaréis,
• para hacer desdén de los bienaventurados.
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• Oh Cristo Jesús, 
• de tu boca jamás salió pecado.
• Y es que, la gracia vive, oh Señor, en tu majestuosa luz;
• para sanar la obscura mentira, que a la verdad ha profanado.
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• Oh Altísimo Señor Jesucristo, 
• no hay nada más oculto que lo guardado en el corazón. 
• Y es el adorador con  quebrantamiento de espíritu, 
• el que cura las heridas del alma con el perdón.
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• Oh gran Yo Soy, 
• tu gloriosa pureza vivifica a los tibios.
• Y es justo en el día de hoy,
• oh Rey de la gloria, cuando buscan tu rostro los corazones mortalmente heridos.
•                   Paz de Cristo