- Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.
- Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano.
- Oh mi Cristo, toda tu reprensión busca la edificación de la Iglesia santa,
- que desde antes de la fundación del mundo habías predestinado.
- La Biblia dice: Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; ni paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
- Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; como carga pesada de han agravado sobre mí.
- Oh Alto y Sublime, se deteriora en extremo espíritual y físicamente el que es a tus mandamientos contario,
- y a toda alma ocupada en los abismos del frenesí.
- La Biblia incide: Hieden y supuran mis llagas, a causa de mi locura.
- Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.
- Oh Fiel y Verdadero, dirige Tú mi dubitativa andadura;
- porque por la aflicción mi alma es perseguida.
- La Biblia constata: Porque los lomos están llenos de ardor, y nada hay sano en mi carne.
- Estoy debilitado y molido en gran nanera; gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
- Oh Hijo del Hombre, ¿es solo al ser errático al que lo espiritual no satisface?
- ¿Será por qué aún su espíritu, no ha podido interiorizar el punto culminante de sazón?
- La Biblia enseña: Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no te es oculto.
- Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya.
- Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, y mis cercanos se han alejado.
- Oh Cristo Altísimo,
- de tu olor fragante ha de ser conformada mi vestidura,
- para traspasar el umbral del siervo aprobado.
- Paz de Cristo
jueves, 30 de junio de 2022
SALMO 38:1,2 EN CRISTO
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