- Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
- Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina.
- Oh mi Cristo, tal es tu excelso amor,
- que ningún ser humano puede acceder a tu eterna raíz prístina.
- El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío.
- El necio miltiplica palabras, aunque no sabe nadie que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será.
- Oh Altísimo Jesucristo, lo que en el mundo se denomina "libre albedrío";
- se sitúa al margen, de lo que el probo siervo predicará.
- El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por donde ir a la ciudad.
- ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!
- Oh Rey de la gloria, en tu única y perfecta verdad,
- toda su faz es santa.
- ¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para recibir sus fuerzas y no para beber!
- Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
- Oh Rey de reyes, el alma que en tu majestuoso nombre puede creer,
- esta será eternamente salva.
- Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo.
- Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
- Oh Sumo Hacedor, es en tu ignoto universo,
- donde se oirá nítidamente la Escritura Sagrada.
- Paz de Cristo
miércoles, 31 de enero de 2024
ECLESIASTÉS 1O:11,12 EN CRISTO
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