- Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente la de las piedras preciosas.
- El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias.
- Oh mi Cristo, son tus enseñanzas gloriosas,
- las que revierten en inmarcesibles excelencias.
- Le da ella bien y no mal todos los días de su vida.
- Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.
- Oh Cristo Jesús, por tu excelsa diestra ha sido bendecida,
- al haber concebido sus dedos con el olor fragante de bellos y aterciopelados pétalos.
- Es como nave de mercader; trae su pan de lejos.
- Se levanta de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas.
- Oh Cristo Altísimo, son tus celestiales destellos,
- los que alumbran el devenir de sus almas bendecidas.
- Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos.
- Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos.
- Oh Cristo Redentor, por tu gracia hemos sido santificados,
- y a la postre bienaventurados.
- Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche.
- Aplica su mano al huso, y su mano a la rueca.
- Alarga su mano al pobre, y extiende su mano al menesteroso.
- Oh Hijo del Hombre,
- es en tu gloria perfecta,
- donde se manifiesta lo espiritualmente hermoso.
- Paz de Cristo
viernes, 5 de enero de 2024
PROVERBIOS 31:10,11 EN CRISTO
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