- Oh Cristo Redentor,
- tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario,
- sobrepasó el entendimiento de la vil y escarnecedora chusma, al ofrendarles el inconmensurable perdón del majestuoso amor.
- Esencia de gloria derramada, oh Fiel y Verdadero, de tu sublime y eterno santuario.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público se sucedieron infinidad de milagros;
- E indubitablemente por el don de la fe,
- fueron sustentados.
- Oh Sumo Alfarero,
- es en tu sobrenatural rueda,
- donde has moldeado al nuevo siervo,
- que celosamente pone por obra la Sagrada Palabra.
- Oh Cristo Altísimo,
- el poder de la gracia,
- nos fue revelado en el Lugar Santísimo,
- para ser dignos hacedores de la Escritura Sagrada.
- Oh Eterno,
- el que está o se volvió al mundo;
- no se extravío de la senda del cielo,
- sino que siempre le rodeó un espíritu moribundo.
- Paz de Cristo
martes, 9 de enero de 2024
EL SER HUMANO QUE ASUME LA SORDIDEZ DEL MALIGNO, HACE DESDÉN DE TU EXCELSA GLORIA, OH CRISTO
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