LA SENDA MÁS ANGOSTA ES DE SUMO GOZO EN CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• Tú eres el Soberano del universo.
• Y la inexpugnable fortaleza de nuestro espíritu, 
• es el fruto de tu gozo.
• 
  
• Oh Cristo Redentor, 
• recibimos de gracia, 
• el eterno amor,
• que es inherente al sagrado linaje de excelencia. 
• 
  
• Oh Rey de reyes, 
• la dádiva más grandiosa, 
• son tus celestiales bienes;
• pero para recibirlos, hemos de discurrir por la angosta senda. 
• 
  
• Oh Santo de Israel, 
• un sinnumero de milagros se sucedieron en tu manifiesta gloria. 
• Y fueron consumados por la insoslayable fe,
• del que en su quebrantamiento de espíritu revierte la victoria. 
•  
• Oh Eterno, 
• tu espada es el Espíritu de la Sagrada Palabra. 
• Y nada se muestra incierto,
• cuando los vientos de Sion acrisolan nuestra alma.
•             Paz de Cristo