- Oh mi Cristo,
- tu inconmensurable piedad por el ser humano;
- fue el más glorioso hecho,
- en la abominable crucifixión del Calvario.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- es tu grandiosa compasión,
- la que da viabilidad a tus misericordias y favores;
- y es que, la gracia sustenta tu eterna salvación.
- Oh Santo de Israel,
- nuestra respuesta a tu sublime fidelidad,
- nunca llega a la adoración culmen de la ilimitada fe,
- porque desconocemos el trasfondo de la celestial verdad.
- Oh Fiel y Verdadero,
- nadie sabrá cual es la misteriosa dirección,
- de la perfecta secuencia del viento,
- cuando de nuestro aliento es la única provisión.
- Oh Eterno,
- Tú eres el dador de la vida.
- Y la sublime demostración, oh Señor, es que resucitaste después de tres días muerto;
- para que tu gozo, oh gran Yo Soy, fuera nuestra espiritual fortaleza definida.
- Paz de Cristo
miércoles, 31 de enero de 2024
MÁS BIENAVENTURADO ES DAR QUE RECIBIR EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario