TU ÚNICO FIN HA DE SER AGRADAR AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• Oh mi Cristo, 
• no existe otra meta mayor,
• que llegar a la medida del siervo perfecto; 
• y únicamente éste es el que al prójimo le profesa amor.
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• Jesús, dijo: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
• Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
• ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
• Oh Sumo Hacedor, de gracia, nuestro cuerpo es templo del Santo Espíritu.
•  Y porque no es tuyo; no puedes hacer con él lo que quieras.
• Nunca tendrás motivo para profanarlo, de ningún modo.
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• Jesús, enseña: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
• Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
• Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. 
• Oh Santo de Israel, grave  impostura se desprende de estos ficticios hechos;
• porque ante el Omnipotente, de nada podremos jactarnos,
• ya que el conoce toda inveracidad.
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• Jesús, asevera: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
• Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
• Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 
• No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 
• Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 
• Así que, por sus frutos los conoceréis. 
• Oh Rey de reyes, 
• es tu poder, por el que se manifiestan los hechos gloriosos. 
• Así que, no pretendamos,
• mostrar disfraces espurios;
• porque el gran Dios, de facto ha resuelto,
• lo que por vuestras obras os merecéis. 
•               Paz de Cristo