- Oh mi Cristo,
- son tu gracia y piedad con las que al mundo un efímero tiempo preservarás.
- Y meridianamente reflejado figura en el Sagrado Escrito:
- Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú, en el abominable sacrificio de cruz,
- nos ofrendaste la inconmensurable expresión de amor;
- pero el veleidoso e insumiso ser humano, dio más valor a las tinieblas que a la luz.
- Oh Santo de Israel,
- la substancia de lo eterno a la humanidad le es inherente por tu gracia.
- Y siempre obedece a los niveles de fe,
- que obra en consonancia con la Sagrada Palabra.
- Oh Cristo Altísimo,
- tus pensamientos de eternidad para el impío son irrelevantes.
- Sin embargo, habrá pruebas impactantes para el que está sumido en el paganismo,
- que le harán renunciar a sus prácticas aberrantes.
- Oh Sumo Hacedor,
- interiorizar la Sagrada Escritura,
- nos concierne del piadoso amor,
- que es consubstancial a la gracia de ser en Cristo una nueva criatura.
- Paz de Cristo
viernes, 26 de enero de 2024
GRACIA Y PIEDAD, INDISOLUBLES EN CRISTO
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