- Oh mi Cristo,
- no existe otra admirable luz, que la que manifiesta tu santísima verdad.
- Y lo diametralmente contrario es contristar al Santo Espíritu,
- con tu aberrante necedad.
- No intentes burlar al Omnipotente;
- porque vas a pender cual impío del abismo.
- No te mimetices con el fracaso del irreverente;
- y clama el perdón del Rey de reyes y Señor de señores en el Lugar Santísimo.
- Oh Santo,
- al que vive fuera de tu gloria, sólo le rodea la diabólica obscuridad.
- No seas fatuo,
- y busca el rostro del gran Yo Soy, por la gloriosa senda de santidad.
- Oh Hijo de Hombre,
- la auténtica manifestación de gloria,
- se hace visible al predicar las buenas nuevas de salvación eterna en tu santo nombre;
- porque en ellas está la final victoria.
- Oh Sumo Hacedor,
- el que discurre por tu angosta vereda no tropezará.
- Y es que, oh Rey de la gloria, todo obra enderredor de tu excelso amor,
- por ser de gracia es el vínculo perfecto que nos salvará.
- Paz de Cristo
miércoles, 10 de enero de 2024
LA PERVERSA DISTORSIÓN DOCTRINAL, MUESTRA TU SÓRDIDA IMPOSTURA EN CRISTO
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