EN LA LUZ INACCESIBLE VIVE EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• Oh mi Cristo, en tu eterno pensamiento, 
• no cabe la prosaica vulgaridad;
• porque celestial es el  cimiento,
• que define, oh Señor, tu única y perfecta verdad.
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• Oh Santo de Israel, 
• la gracia emana de tu inaccesible luz. 
• Y esta es la gloria donde vive el autor y consumador de la fe,
• para el entendido y aprobado siervo,  que es consubstancial, oh gran Yo Soy, a tu sublime plenitud. 
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• Oh Eterno, porque vivir en el Espíritu, 
• es ser inherente a tu gloria.
• Oh Altísimo Jesucristo, 
• únicamente en la invocación de tu majestuoso nombre, se vuelve tangible la sobrenatural victoria.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• cuando surge la profana obscuridad,
• es porque no hemos clamado a tu excelso nombre;
• y nos alcanza lo sórdido, en detrimento de la santidad.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• cuando esgrimimos la idea de ser o no ser un santo varón;
• no se contempla la solemnidad del amor, 
• que vive, oh Rey de la gloria, en tu luz inaccesible a la sazón. 
•                 Paz de Cristo