- Sí, mi Cristo,
- porque Tú te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz,
- para redención del mundo profano;
- y llevarlo de las tinieblas a tu majestuosa luz.
- Oh Santo de Israel;
- no le bastaron al impío tus señales y milagros,
- sino que su séptica fe,
- persistió en la inmundicia de sus actos.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú pusiste la gracia por obra.
- Y fue tu excelso amor,
- el que nos guió por la senda de gloria.
- Oh Fiel y Verdadero,
- a los hijos de tu heredad,
- nos diste un espíritu nuevo,
- revistiéndonos de santidad.
- Oh Cristo de la gloria,
- el conocimiento de la Sagrada Palabra,
- nos ha dado alas en victoria;
- porque menos es más, oh Eterno, para el heraldo que con fervor te ama.
- Paz de Cristo
domingo, 21 de enero de 2024
MENOS ES MÁS EN CRISTO
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