- Jesús, dijo: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
- Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
- Oh mi Cristo, de tus perseverantes heraldos es la gran misión, para anunciar las buenas nuevas de salvación eterna con inconmensurable denuedo.
- E inmarcesibles y exultantes son los acontecidos designios gloriosos.
- La Biblia dice: Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
- conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
- para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
- según el glorioso Evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
- Oh gran Dios, la ley cumple el gran objetivo de condenar al inicuo e irreverente;
- porque sus perversas conductas,
- muestran su idea libertina.
- La ley nunca acusará al siervo santificado.
- La Biblia enseña: Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
- no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
- Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;
- apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.
- Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
- Oh Cristo Jesús, habrá cosa más loable,
- que tu gloriosa redención.
- Porque por tu sacrificio voluntario,
- oh Señor, has hecho de facto que nuestra alma pudiere ser salva;
- pero habremos de ser siervos consagrados, para morar en la gloria celestial.
- Oh Santo,
- únicamente nos demandas, que en tu majestuoso nombre podamos creer.
- Nuestro persistente clamor, es para que derrames sobre nuestro espíritu la sabiduría de lo alto;
- y así el que no ve, de gracia la gloria al fin podrá ver.
- Oh Eterno,
- aparentemente ninguna pernoctación del Rey de reyes y Señor de señores,
- ha habido para el inconverso;
- sin embargo, justo en el frontal de sus ojos están sucediendo celestiales bendiciones.
- Paz de Cristo
lunes, 11 de septiembre de 2023
ACCIÓN ABOMINABLE ES LA MENTIRA, OH CRISTO
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