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lunes, 11 de septiembre de 2023

ACCIÓN ABOMINABLE ES LA MENTIRA, OH CRISTO

  • Jesús, dijo: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 
  • Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. 
  • Oh mi Cristo, de tus perseverantes heraldos es la gran misión, para anunciar las buenas nuevas de salvación eterna con inconmensurable denuedo.
  • E inmarcesibles y exultantes son los acontecidos designios gloriosos.

  • La Biblia dice: Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
  • conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
  • para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
  • según el glorioso Evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
  • Oh gran Dios, la ley cumple el gran objetivo de condenar al inicuo e irreverente;
  • porque sus perversas conductas, 
  • muestran su idea libertina.
  • La ley nunca acusará al siervo santificado. 

  • La Biblia enseña: Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
  • no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 
  • Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;
  • apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala.
  • Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
  • Oh Cristo Jesús, habrá cosa más loable,
  • que tu gloriosa redención. 
  • Porque por tu sacrificio voluntario,
  • oh Señor, has hecho de facto que nuestra alma pudiere ser salva;
  • pero habremos de ser siervos consagrados, para morar en la gloria celestial. 

  • Oh Santo, 
  • únicamente nos demandas, que en tu majestuoso nombre podamos creer.
  • Nuestro persistente clamor, es para que derrames sobre nuestro espíritu la sabiduría de lo alto;
  • y así el que no ve, de gracia la gloria al fin podrá ver.

  • Oh Eterno,
  • aparentemente ninguna pernoctación del Rey de reyes y Señor de señores,
  • ha habido para el inconverso;
  • sin embargo, justo en el frontal de sus ojos están sucediendo celestiales bendiciones. 
  •                Paz de Cristo 

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