- Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, pues cercano está tu nombre; los hombres cuentan tus maravillas.
- Al tiempo que señalaré yo juzgaré rectamente.
- Oh mi Cristo, son tus auténticos atalayas,
- los que predican las buenas nuevas de salvación eterna solemnemente.
- Se arruinaban la tierra y sus moradores; yo sostengo sus columnas.
- Dije a los insensatos: No os infatuéis; y a los impíos: No os enorgullezcáis;
- Oh Cristo Altísimo, de gracia recibimos las ayudas más grandiosas, y aun las que a nuestro arbitrio son ínfimas.
- Pero sabed: Desasidos de mi excelsa diestra; no habrá circunstancia más prosaica, en la que no fenezcáis.
- No hagáis alarde de vuestro poder; no habléis con cerviz erguida.
- Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento.
- Oh gran Dios, sé Tú mi guía;
- hazme consubstancial a tu majestuoso e inmarcesible pensamiento.
- Mas Dios es el juez; a este humilla, y a aquel enaltece.
- Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, lleno de mistura; y él derrama del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.
- Oh Eterno, tu senda de gloria sobre las tinieblas prevalece.
- Y en el libro de la vida, oh Señor, permanecerán inscritos los escogidos por tu excelsa diestra.
- Pero yo siempre anunciaré y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
- Quebrantaré todo el poderío de los pecadores, pero el poder del justo será exaltado.
- Oh Santo, a los inicuos segarás con tu aguda hoz.
- Y contigo, oh Rey de la gloria, compartirá morada de eternidad el siervo bienaventurado.
- Paz de Cristo
lunes, 18 de septiembre de 2023
SALMO 75:1,2 EN CRISTO
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