- La Biblia dice: Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminandose a Jerusalén.
- Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
- Esforzaos a entrar; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
- Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, el respondiendo os dirá: No sé de donde sois.
- Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestra plazas enseñaste.
- Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.
- Allí será el llanto y el crujir de dientes; cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.
- Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y de sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
- Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.
- Oh mi Cristo, para el que siguió tus sagradas huellas, indeleble era el bien.
- Y esta fue la sublime gloria, oh Señor, de tu ministerio público.
- Sí, porque muchos te buscarán,
- en los mundanos oasis,
- siguiendo la calle ancha, por la que Tú nunca caminaste.
- Porque de tu santísima verdad,
- no se dieron la mayoría por aludidos.
- Y es que, sólo los consagrados,
- se vieron reconocidos como tus auténticos siervos.
- La Biblia enseña: Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.
- Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
- El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
- Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
- Oh Hijo del Hombre, hasta lo universalmente ínfimo,
- lo cuadraste con la sublime perfeccion de tu excelsa diestra.
- Oh gran Yo Soy,
- porque en tu perfecta creación, ningún cabo suelto dejaste sin atar,
- Jesús, dijo: Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
- porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
- Oh Alfa y Omega,
- por el conocimiento de la Sagrada Palabra, es fácil deducir, que los que perseveren en la senda angosta, de gracia su alma salvan.
- Oh Santo,
- Tú, inequívocamente nos has creado, para darte toda la honra.
- Y es que, Tú eres el único digno de ser amado,
- oh Rey de la gloria.
- Oh Eterno,
- Tú dejaste el trono celestial,
- dejando el cetro y la corona de gran Rey, para ser el mayor siervo;
- y redimir inmerecidamente a la ignominiosa humanidad, de todo perverso y séptico mal.
- Paz de Cristo
domingo, 10 de septiembre de 2023
FUERA DEL CAMINO ANGOSTO, NO MANIFESTARÁS TU GLORIA, OH CRISTO
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