DANOS PROFUSAMENTE DE LA GLORIOSA SABIDURÍA DE LO ALTO, OH CRISTO

• La Biblia dice: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 
• sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 
• Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 
• Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 
• Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
• No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 
• Oh mi Cristo, son tus buenas nuevas, 
• las que nos han revestido de excelencia. 
• Porque sin el conocimiento de la Sagrada Palabra, 
• no podría haber sido la humanidad santificada.
• Y es que, recibimos de gracia,
• tu excelsa simiente de amor.
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• La Biblia enseña: ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. 
• Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
• porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. 
• Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. 
• Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. 
• Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. 
• Oh Alto y Sublime, 
• proveenos de piedad; 
• y rae del ser humano la ignominiosa naturaleza séptica, 
• que se desprende de su conducta abyecta.
• Y suple su flagrante alevosía, 
• con la única y perfecta verdad.
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• La Biblia enfatiza: Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 
• Él provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
• Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. 
• Oh Rey de reyes, Tú has dado espiritual transparencia,
• al siervo que te ama fervientemente, 
• para que more contigo, oh Santo, en la eternidad de los cielos sagrados.
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• Oh Cristo Redentor, 
• la inconmensurable prueba de que Tú eres el único Dios, fue tu perdón majestuoso estando crucificado; y tu muerte, sepultura y resurrección, para ser el primogénito de los muertos resucitado. 
• Éste excelso amor,
• ha sido la sobrenatural ofrenda a toda la humanidad del gran Yo Soy, el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, para el que anhele ser bienaventurado. 
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• Oh Eterno, 
• es tu bendita gloria, 
• la recurrente y ávida visualización de tu encriptado cielo, 
• para los probos siervos, que invocamos exultantes tu santo nombre. Y confiados de estar asidos a tu heredad, oh Señor, seremos primicias de la eterna victoria. 
•              Paz de Cristo