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viernes, 8 de septiembre de 2023

EL SIERVO EN SANTIDAD, BLINDA TODO SU SER ANTE EL MALIGNO, OH CRISTO

  • La Biblia dice: Si alguno enseña otra cosa, y no se conforman a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 
  • está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
  • disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; aparte de los tales.
  • Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
  • porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
  • Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
  • Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicia necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
  • porque raíz de todos los males es el dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 
  • Oh mi Cristo, es tu solemne verdad, 
  • la que únicamente redarguye a las almas,
  • de conductas execrables. 
  • Y es que de Sion es el apacible viento, 
  • que a tu alma va a arrebatar,
  • si escrito está tu nombre en el cielo.
  • Y será inviable la salvación, 
  • para el que hace extorsión a los hombres.

  • La Biblia enseña: No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
  • Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
  • El amor no hace mal al projimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
  • Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
  • La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
  • Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
  • sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
  • Oh gran Rey, 
  • dejaste tu cetro y corona de Dios Altísimo, 
  • para ser por tu propia voluntad el Cordero inmolado, y del universo el Sumo Redentor. 
  • Y el que perseveró sin desmayo por la senda de los siervos escogidos, 
  • es el que con gran fervor en tu majestuoso nombre se gloría, para ser lleno de la celestial plenitud. 
  • Oh Santo de Israel, Tú deshiciste del maligno toda insidia,
  • para raer del mundo todo lo que es infame. 

  • La Biblia constata: Pero él fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
  • Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 
  • Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 
  • Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 
  • Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
  • Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, acto para enseñar, sufrido;
  • que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad,
  • y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. 
  • Oh Santo Espíritu, 
  • ayúdanos a exhortar tu excelsa verdad a los que habitan los abismos más corruptibles, 
  • los que son señalados por su inicua deshonra, estando cautivos del desamor. 
  • Y llevan a cabo, sin autoinculparse, sus perversidades abyectas.
  • Oh Rey de la gloria, al siervo que por tu gracia fue bendecido, 
  • esta dispuesto a que sea probada su santidad;
  • y aun a la postre, su inconmensurable fe. 

  • Oh Hijo del Hombre, 
  • buscar tu glorioso rostro 
  • y conocer tu santo nombre, 
  • es la misión primordial del auténtico siervo piadoso. 

  • Oh Sumo Alfarero,
  • Tú no tienes ninguna dificultad, 
  • en dar una nueva vida a un vaso roto; 
  • siempre y cuando, su atrabiliaro corazón ame siempre de verdad. 
  •                 Paz de Cristo 

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