- ¿Por qué no fui escondido como abortivo, como los pequeñitos que nunca vieron la luz?
- Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas.
- Oh mi Cristo, en tu gracia hay gloriosa plenitud,
- para los que han interiorizado tu santidad, y buscan sin desmayo tus sagradas huellas.
- Allí también reposan los cautivos; no oyen la voz del capataz.
- Allí están el chico y el grande, y el siervo libre de su señor.
- Oh Santo de Israel, Tú siempre predicaste la única y perfecta verdad;
- porque sin ella, no se puede sustentar una espiritualidad inherente al amor.
- ¿Por qué se da luz al trabajado, y vida a los de ánimo amargado,
- que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que tesoros;
- que se alegran sobremanera, y se gozan cuando hallan el sepulcro?
- Oh Cristo de la gloria, a tus genuinos discípulos has santificado,
- siendo sus nombres en los cielos cincelados.
- Y en tu majestuoso nombre testifican, para que el inicuo pueda evitar su cautiverio más obscuro.
- ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por dónde ha de ir, y a quien Dios ha encerrado?
- Pues antes que mi pan viene mi suspiro, y mis gemidos corren como aguas.
- Oh Fiel y Verdadero, Tú harás bienaventurado,
- al que después de que a tus santísimos pies se hubiere arrepentido, no pierda sus convicciones santas.
- Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía.
- No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; no obstante me vino turbación.
- Oh gran Yo Soy, antes de la fundación del mundo, en tu asignación de gloria el auténtico siervo ya comparecía;
- pero él no lo advirtió, hasta que no le tocaste su empedernido corazón.
- Paz de Cristo
viernes, 22 de septiembre de 2023
JOB 3:16,17 EN CRISTO
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