- Si azote mata de repente, se ríe del sufrimiento de los inocentes.
- La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Sino es él, ¿quién es? ¿Dónde está?
- Oh mi Cristo, viniste para sanar de los perdidos sus turbias mentes;
- pero muchos se jactaron de sus blasfemias, emvadurnandose del séptico edor que el maligno da.
- Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien.
- Pasaron cual naves veloces; como el águila que se arroja sobre la presa.
- Oh Santo de Israel,
- todos los irrefutables preceptos de la Sagrada Escritura, han sido aprobados taxativamente por tu omnisciencia eterna.
- Si yo dijere: Olvidaré mi queja, dejaré mi triste semblante, y me esforzaré,
- me turban todos mis dolores; sé que no me tendrás por inocente.
- Oh Cristo Redentor, Tú eres el autor y consumador de la fe.
- Porque desde la eternidad y hasta la eternidad; no ha habido ni habrá otro Señor Omnipotente.
- Yo soy impío; ¿Para que trabajaré en vano?
- Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma,
- aún me hundirás en el hoyo, y mis propios vestidos me abominarán.
- Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.
- Oh Santo,
- de tu doctrina santísima,
- muchos apostatarán;
- y este es el más alienante suplicio.
- No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos.
- Quite de sobre mí su vara, y su terror no me espante.
- Entonces hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí.
- Oh gran Dios,
- Tú te prodigarás piadosamente;
- cuando consideres que el arrepentimiento de la humanidad, se postula próximo a su fin.
- Paz de Cristo
lunes, 25 de septiembre de 2023
JOB 9:23,24 EN CRISTO
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