- Oh mi Cristo, en tu humillación hasta la muerte y muerte de cruz,
- nos ofrendaste el excelso e inmarcesible amor, que redimió los pecados de toda la humanidad.
- Y fue, oh Señor, tu admirable luz,
- la que nos rescató de la muerte, para darnos a conocer la eterna libertad.
- La Biblia enseña: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
- no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
- no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
- Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
- Nada obra fuera de tu alcance,
- oh Cristo Redentor.
- Y sólo el que invoca tu majestuoso nombre en santidad,
- traspasará el umbral de la gloria.
- Jesús, dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
- Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
- Y es que, ciertamente el que es hacedor de la Sagrada Palabra, por su obediencia se santificará,
- para morar contigo, oh gran Dios, en el sobrenatural cielo.
- Jesús, enseña: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
- Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.
- Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.
- Oh gra Yo Soy, nadie te puede agradar sin fe;
- porque este es el inexpugnable cimiento,
- de tus milagros excelsos.
- Jesús, enfatiza: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
- Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
- Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
- Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
- Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
- Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Y al Rey de reyes fervientemente adorarás.
- Porque si a Él no recibiereis,
- vuestra alma no será salva,
- porque al abismo se precipitó.
- Y para siempre será la vergüenza y confusión en el lago eterno;
- que no es otro, que el mismo infierno.
- Oh Cristo Jesús, en la cruz del Calvario, derramaste tu preciosa sangre para reconciliarnos con el Padre.
- Y al no existir mayor cima que tu excelsa gloria; y porque tu misericordia es para siempre, nos rendimos a tus santísimos pies con el corazón contrito y humillado.
- Del arrebatamiento de tu amada Iglesia, nadie la hora sabe.
- Pero el que persevere hasta el fin en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, éste tendrá el gozo de ser bienaventurado.
- Oh Santo,
- es insoslayable para ser tu verdadero siervo,
- haber recibido de tu glorioso nombre revelación de lo alto;
- porque únicamente el que en tu nombre que es sobre todo nombre haya creido, será eternamente salvo.
- Paz de Cristo
martes, 19 de septiembre de 2023
TU CIMA DE GLORIA ES EL AMOR EN CRISTO (POESÍA CONVENCIÓN 2023)
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