- La Biblia enseña: Y vino palabra de Jehová, diciendo:
- He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?
- Oh Santo de Israel, hasta en el paganismo han terminado entendiendo,
- que Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- La Biblia incide: Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tú hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
- Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
- Entrando en la casa, no dejo entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y la madre de la niña.
- Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero el dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
- Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.
- Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.
- Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.
- Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu gracia se manifiesta la gloria,
- cuando la vida es extinta.
- Y es que, cuando el Señor Todopoderoso nos asiste,
- lo que a priori se torna en obscuridad, con su excelsa diestra,
- lo resucita en un de repente;
- para que lo que ya no era, vuelva a ser,
- lo que antes había sido.
- La Biblia sentencia: ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?
- ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejo enseñándole?
- ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?
- He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.
- Oh gran Rey, en tu reino celestial; no existe cabos sueltos, con tu excelsa diestra los ataste todos.
- Nada pudimos añadirle,
- oh Señor, a tu Sagrada Palabra que a la invisibilidad, la transformó en visible excelencia,
- para ser de facto el prodigioso universo.
- Oh Santo,
- en la universal grandiosidad,
- irrumpió el ser humano;
- para ultrajar de forma errática, a la perfecta y única y verdad.
- Oh Eterno,
- en tu creación,
- no hubo impostura, todo se enseñoreaba de su cuño nuevo;
- por emanar de tu bendita gloria, su precisa y preciosa perfección.
- Paz de Cristo
lunes, 4 de septiembre de 2023
LO PERFECTO ESTÁ EN CRISTO
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