- La Biblia dice: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
- ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
- Y esto erais algunos, mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
- Oh mi Cristo, de gracia recibimos tus auténticos siervos las celestiales bendiciones;
- siendo propicios a ser santificados,
- y por lo mismo bienaventurados.
- La Biblia enseña: Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.
- ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.
- ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
- Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
- Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
- ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
- Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
- Oh Santo de Israel,
- ¿creer en tu majestuoso nombre, es para un sinnumero de paganos utópico?
- La inmensa distancia del que espiritualmente no ve,
- tiene su punto de partida en la Cristocéntrica fe.
- Porque no ha lugar la ancestral distorsión, cuando su glorioso nombre Dios nos lo revela.
- Y ya los irreverentes denuestos,
- les son raidos a los discípulos perfeccionados.
- Jesús, dijo: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
- Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
- Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
- Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.
- Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.
- ¡Ay de vosotros los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.
- ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los profetas.
- Oh Rey de reyes, heraldos tuyos son los vilmente menospreciado;
- porque siempre enalteceréis,
- al nombre que es sobre todo nombre.
- Y es que, si los erráticos no son proclives, oh Señor, a tus edificantes sendas,
- en su corazón no habrá por tu gloria desvelo;
- pero en su espíritu inquiriréis,
- revirtiendo su acciones con piadosas respuestas.
- Oh Alfa y Omega,
- en nuestra insolemnidad,
- nunca estaremos concernidos en tu excelencia;
- porque solícita está en consonancia,
- con la santísima verdad.
- Oh Cristo de la gloria,
- no desmayaremos en tu ferviente adoración.
- Porque de gracia es la solemne victoria,
- oh Santo, dándonos tu misericodioso perdón.
- Paz de Cristo
miércoles, 20 de septiembre de 2023
DAD LUGAR A LA MÁS GRANDIOSA SOLEMNIDAD EN CRISTO
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