- La Biblia dice: Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
- Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
- Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
- Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
- Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
- Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
- Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
- Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
- Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
- Oh mi Cristo, estar a tu lado es un gozo sin par.
- Es en tu gracia, donde se manifiesta la indubitable asignación cabal de todo remedio.
- De los que confiadamente habéis creido, en ninguna duda caeréis;
- porque de tus benditas palabras,
- oh Eterno, emanó la sobrenatural luz.
- Y es que, ante una situación de pavor, el ser humano, oh Señor, siempre te dirá: ¡Socórreme!
- Pero en ningún momento, podrá haber dudas de tu parte.
- Y siempre recibirá el celestial aliento,
- del que creó a los seres inconversos y a los consagrados.
- La Biblia constata: Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos, cuando Jesús vino.
- Le dijeron, pues, los otro discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
- Ocho días después, estaban otra vez sus discipulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
- Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
- Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!
- Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
- Oh Cristo Altísimo,
- es imposible interiorizar tu excelsa gloria sin fe.
- Y de esta incredulidad se jactan un sinnumero de paganos;
- y no le resta a tu espíritu, sino la conmoción ante la verdad que es de repente,
- cuando tus ojos con estremecimiento están viendo más allá del infinito;
- y postrados desde entonces a adorar al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, sin tiempo se dispusieron.
- La Biblia enseña: Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
- entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
- porque nunca la profecía fue traida por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- indispensable le es a nuestra alma la revelación de la Sagrada Palabra,
- para que su bendición sea consumada por el Alto y Sublime que habita la eternidad, en el que hubiere de ser salvo.
- Oh Alfa y Omega,
- un solo propósito,
- tiene la senda gloriosa del alma:
- que es desterrar las dobleces, cuando tu indeleble decisión es creer en Jesucristo.
- Oh Sumo Hacedor,
- toda duda es inexistente para el que anhela ser salvo.
- Y es que, Tú tienes que dar tanto amor,
- como el que nos dio el que de Israel es Santo.
- Paz de Cristo
sábado, 16 de septiembre de 2023
JAMÁS TENDRÁ DUDAS EL QUE ADORARE TU MAJESTUOSO NOMBRE, OH CRISTO
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