Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios.
Sabed que el tiempo es efímero;
y que en toda verdad del Espíritu habréis de guardaos.
En un letargo de incipiente apostasía,
se muestra presente el maligno.
Oh Cristo, tu pueblo de labios te honra cada día,
pero su corazón es tibio en el proceloso camino.
Oh Señor Jesucristo, Tú vigilas de forma permanente nuestras vidas,
y cuando te necesitamos impertérrito estás a nuestro lado.
La funciónes del cuerpo, oh Señor, se cumplen con tus precisas medidas;
y ha de ser, en la angosta senda, por tu amor espiritualmente perfeccionado.
La acción displicente,
no agrada a Cristo Jesús.
Y muestra tal trascendencia irreverente,
que es de manifestación meridiana en su majestuosa y admirable luz.
Oh Fiel y Verdadero,
dependemos de la derramada sabiduría de lo alto.
Y es la que se hará visible en el día postrero,
para ser, oh Señor Jesús, en tu nombre salvo.
Paz de Cristo
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