Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había alguno entendido, que buscara a Dios.
Y los humanos mimbres no resistieron tan grande empeño.
Todos fueron indefectiblemente necios,
en su precario entendimiento.
La Biblia dice: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Su pensamiento va por doquier, como las ondas del mar.
¿Alguna vez, oh Señor, tu Palabra con sabiduría escudriñará,
para serle concernido el poder de amar?
Oh Señor Jesucristo, la obra que iniciaste la perfeccionarás;
si la solemne unción, preside cada acto del ser humano.
Y así, oh Rey de reyes, con tu excelsa diestra bendecirás,
a la magistral obra que creaste en el eterno santuario.
Es tal la majestuosidad de tu creación, oh Señor de señores,
que el hombre, dubitativo y perplejo hace desdén de su esplendor; porque adolece de infatuidad.
Y no aprecia tus misericordias y favores,
que le habrían de llevar a la gloriosa eternidad.
Jesús, dijo: Buscad el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura.
La consagración perfecta es estar en paz con el Altísimo.
Y no es una opción ser bendecido como nueva criatura,
para que tu eterna postración sea en el lugar santísimo.
Paz de Cristo
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