Matará al malo la maldad, y los que aborrecen al justo serán condenados.
Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en Él confían.
Sabed que en la gloria morarán todos los santificados;
porque los que se han negado a sí mismo, en el Rey de reyes se glorían.
Mía es la venganza, dice el Señor, yo pagaré.
Él es el Justo.
Oh Cristo, Tú no haces acepción de personas, en ti confiaré;
la recompensa te vendrá dada por el Redimidor Sumo.
Nada se oculta, oh Cristo Jesús,
a tu omnisciencia.
Porque tu sagrada luz,
es de áurea y sobrenatural transparencia.
El que siembra semillas de espiritualidad,
posee el conocimiento de tu temor, oh Rey de la gloria.
Y su misión de eternidad,
será a la sazón el fruto de la gloriosa victoria.
Jesús, dijo: Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Haz que el cauce de tu vida sea el Señor Jesucristo.
Y en sus ríos de agua viva verás tu salvación,
que es la gracia recibida del Santo Espíritu.
Paz de Cristo
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