Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.
Majestuoso es, oh Cristo, tu poder.
Lo que habéis recibido de gracia, dad de gracia,
porque vuestra alma ha podido creer.
La Biblia dice: Pero Tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Y también: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Tú, oh Rey de reyes, eres eternamente fiel,
y de ello hablan tus gloriosos cielos.
Tu magistral obra, el ser humano, ofrece una contumad resistencia, oh Cristo Jesús, ha que seas alabado,
por fatuas e incognoscibles sinrazones.
Aún el mundo desventurado;
si procede al arrepentimiento y en el Señor de señores cree, derramará sobre el circunciso sus celestiales dones.
Jesús, dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Y también: El que tiene sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Dispón en el Señor Jesucristo tu entenebrecida alma,
y se tornará, en su nombre, inmerecidamente bendecida.
La codicia del hombre,
ha sido incapaz de valorar la belleza magnificente e inescrutable del Creador.
Léase aquí: la preciosa luz, y el ingobernable aire.
Y por lo mismo, oh Fiel y Verdadero, tampoco ha tenido sabiduría de lo alto, para exaltar tu sagrado amor.
Paz de Cristo
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