Jesús, dijo: Amaos unos a otros; como yo os he amado.
Una solicitud a cumplir, harto imposible.
El que ama, oh Señor, ha de ser en tu nombre bienaventurado;
y por tanto de vida incorruptible.
Asidos hemos de estar al vínculo perfecto del amor, oh Cristo Jesús,
que excede de todo conocimiento.
Oh Omnipotente Redentor, de grato olor fragante fue tu sublime sacrificio en la cruz;
y de excelso loor tu preciosa sangre, que dio gracia para vida eterna con su sobrenatural derramamiento.
Porque sabes que somos polvo, oh Señor Jesucristo,
nos has concedido tus favores y misericordias.
El ser humano que se quebranta a tus pies, oh Señor, te ofrenda el verdadero sacrificio.
Y su efímera vida será contada, por haber consagrado al nombre de Jesús que es sobre todo nombre, sus benditos días.
Oh Cristo,
en tu sagrado amor se hace visible la eternidad.
Y manifiesta es por la espada de dos filos que de la Palabra es el Espíritu,
con su perfecta y única verdad.
El amor echa fuera el temor.
Porque donde esta el Espíritu del Señor hay libertad.
Gracias te damos, oh Todopoderoso Salvador,
porque los salvos de tu amada Iglesia, en el postrero arrebatamiento podremos ver tu santa faz.
Paz de Cristo
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