Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Y los que, oh Rey de reyes, en adoración se consagran,
son tus genuinos e irreprensibles discípulos.
La Biblia dice: Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Oh Cristo Jesús, de tu dependencia somos cautivos.
De gracia hemos recibido tus misericordias y favores,
los seres erráticos que estábamos en lo inmundo perdidos.
Y también: Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.
La soberbia al ser humano le ha sumido siempre en la abismal desgracia.
Y recurrentemente contumaces son sus enojos,
sin aflorar con determinación su eterna dicha, oh Cristo bendito, como providencial verbigracia.
Jesús, dijo: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestra perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
El impío ha estado recurrentemente en la penumbra frente al milagro.
Ha tenido siempre complicidad con la reticente suspicacia, como contraposición a los que se bendicen,
justificando así su séptico pensamiento falso.
La Biblia asevera: Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
Por tanto, mosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor
Persiste en añadir un palmo a tu estatura para ver la eternidad,
y serás glorificado con las blancas vestiduras del amor.
Paz de Cristo
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