El que mengua hasta lo insignificante en el nombre de Jesús,
podrá llegar al cenit del sobrenatural resplandor.
Y la unción de tan majestuosa luz,
le revestirá de eterno amor.
La perfección emana del Sumo Alfarero,
cuando del barro fragil te moldea a su imagen y semejanza.
Y hollarás la gloria en el dia postrero,
si has profesado obediencia a su Escritura Sagrada.
Oh Altísimo Señor Jesucristo,
Tú nos has dado una gozosa bonanza en la entenebrecida tempestad.
Y hemos reconocido en el Santo Espíritu,
la única y genuina verdad.
Oh Omnipotente Redentor, nos sometes a sucintas puebas,
que guardan una exigua relación con tu sacrificio en la cruz del Calvario.
Y es que, siempre te daremos la gloria, oh Señor, con manifiestas señales imperecederas,
que nos permitan traspasar el umbral del celestial santuario.
Los hijos de luz, oh Todopderoso Salvador,
han de seguir la estela de tus sagradas huellas.
Y vestirse con el vínculo perfecto del amor,
para predicar el Evangelio de Jesús, en el cautiverio de las almas.
Paz de Cristo
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