El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y a la honra precede la humildad.
A tus genuinos siervos, oh Cristo,
les has revestido de la sobrenatural verdad;
porque han nacido del Santo Espíritu.
En el alma del atalaya,
se sustenta la santísima reverencia al Rey de reyes y Señor de señores.
Y en su altar de extrema pureza,
rebosan de gracia las bendiciones.
Oh Cordero inmolado,
ningún vil escarnecedor, en tu crucifixión del Calvario, abatió tu excelsa piedad.
Tu majestuoso perdón, oh Rey de la gloria, nos redimió de la esclavitud del pecado;
y fuimos justificados para consumar el camino de santidad.
La Biblia dice: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Gran oportunidad nos das, oh Cristo Jesús, a los que queremos en tu nombre consagrarnos,
para ser santificados con tus celestiales dones.
Y también: Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, despues pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
El que adora sin fingimiento al Todopderoso Señor Jesucristo, es el que en Él se gloría;
y verá su glorioso rostro, al traspasar el umbral de la eternidad.
Paz de Cristo
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