Powered By Blogger

sábado, 25 de julio de 2020

ECLESIASTÉS 12:13 EN CRISTO

El fin de todo discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
La insolemnidad en la atropellada lectura de la Palabra,
denota la irrelevante certidumbre, 
de lo que hemos recibido de gracia.

Oh Alto y Sublime, 
obtusa es la inteligencia de la que hacemos gala.
Y es el alma deleznable, 
oh Alfa y Omega, la que no da valor a tu heredad sagrada.

El reconocimiento del Rey de reyes y Señor de señores,
es el primordial paso en nuestras vidas.
Tus bienes, oh Señor, son estrictamente sobrenaturales,
porque de tu santuario descienden las perfectas dádivas.

¿De cuanta pureza adolece tu altar; si hoy viniera Dios a pedir tu alma?
¿Estás a cuentas con el el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo?
Ni la menor nadería de lo que acontece, oh Fiel y Verdadero, a tu gloria le es ajena;
porque ha de ser confrontada con la inexpugnanble verdad del Santo Espíritu.

Oh Cordero inmolado, 
tu santísimo sacrificio en la cruz del Calvario, no tuvo ninguna fisura de irreverencia. 
Si anhelas con Cristo ser resucitado;
ha lugar en la Sagrada Palabra, tu probada e incorruptible obediencia.
                       Paz de Cristo 









No hay comentarios:

Publicar un comentario