Jesús, dijo: Sed santos, porque yo soy santo.
Oh Todopderoso Señor Jesucristo, tu ministerio publico fue sagrado e inconmensurable.
Y tu Palabra nos dio sabiduría de lo alto,
para hacer a nuestra alma invulnerable.
La Biblia dice: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Oh Cristo Jesús, tu nacimiento eu un establo de Belén,
nos define la convicción austera del Omnipotente Señor de la eternidad,
que posee como grandioso atributo de riqueza ser el Santo de Israel.
Oh Altísimo Señor Jesús,
nos diste ejemplo, al ser tentado por el diablo en el desierto, de tu solemne santidad.
Porque del mundo, oh Señor, eres la luz,
y su sagrada verdad.
Tu enésimo milagro rebosaría el universo, oh Alfa y Omega,
porque Tú eres su Soberano Creador.
Los cielos de los cielos, oh Alto y Sublime, no te pueden contener; pero a tu excelsa diestra,
nos has asido eternamente con tu amor.
La Biblia asevera: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Y es que, si no crees el que vive y estuvo muerto,
irás al lago de fuego y azufre con los irremisiblemente condenados.
Paz de Cristo
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