Oh Cristo, nunca supuso desmayo,
sino que el esfuerzo redoblaste.
No cesó tu milagro,
en un mundo secuestrado, por la oscuridad inexorable.
Oh Señor Jesús, a una desidia consentida,
hemos sido sometidos por el maligno.
Sumidos en la ignominia,
clamamos para ser libertados del secuestrador libertino.
Oh Cristo Jesús, la atonía del corazón
es manifiesta.
La oración,
ha perdido el resplandor de su hermosura excelsa.
El terrenal paraíso,
por el maligno fue secuestrado.
Bautízanos con el Espíritu de la Verdad, oh Señor Jesucristo,
y guarda en tu Diestra al galardonado.
Oh Redentor, tu eres el dueño de la Creación.
Y tuyo es el Título de Bueno.
De Gracia has de erradicar la demonización,
para que haya Tierra Nueva y Cielo Nuevo.
Paz de Cristo
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