Oh Cristo, la provisión de tu Palabra,
doblega a las tinieblas;
porque en su providencial lectura,
con el Santo Espíritu nos amas.
doblega a las tinieblas;
porque en su providencial lectura,
con el Santo Espíritu nos amas.
En la concisión del Sagrado tiempo,
nos habla el Señor,
para hacerte entender, que tu eres el Majestuoso Templo
del Sumo Creador.
Esfuérzate y se valiente;
y haz recto el camino,
que Dios ha sellado espiritualmente,
para guardar tu Santo designio.
El poder de la Unción,
está en el Evangelio;
si viertes en tu corazón,
tan grandioso privilegio.
Que tu predicación
revele la sabiduría del Señor,
para ser un altar de Salvación,
al que creyó en la Gracia del amor.
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