Oh Cristo, purifica el trasfondo del corazón,
para que la transparencia de su pensamiento
y la intención,
lo eleven al Firmamento.
Pon en Cristo tu mirada,
para ser llena de su radiante blancura;
y será cautivada,
por el poder de su hermosura.
Insta a todos tus sentidos,
para ser ofrenda, en olor fragante,
de la Iglesia de los Santos,
y Luz del Salvador Omnipotente.
Tu corazón será transformado,
si por la fe de Jesucristo,
fuiste llamado
a la Santidad de su Espíritu.
Oh Señor Jesús,
llévame en tu arrebatamiento,
para gozar de la plenitud
del Primero y Gran Mandamiento.
Paz en Cristo
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